Ropa para hombres de treinta
Los treinta
años no son una edad fácil en lo que al vestir se refiere, porque esta es la
edad perdida que abarca la transición de una época donde la ropa más de sport tipo
chino, castellano, camisas y camisetas eran los actores principales a otra
donde la corbata y los zapatos de cordones son los protagonistas.
Es el momento
de contar con dos armarios
Hasta este
momento solo contábamos con un armario que nos valía tanto para salir un sábado
por la noche como para acudir a comer a casa de los padres de nuestro mejor
amigo. Sin embargo, ha llegado el momento de tener dos armarios claramente
diferenciados: el del trabajo y el de nuestro tiempo de ocio.
Cumplir los
treinta no significa que tengamos que renunciar a nuestras Belstaff de cuero en
invierno o a nuestros Tods sin calcetines en verano, significa
que ha llegado el momento de incorporar a nuestro nuevo armario un abrigo azul
y unos Oxfords negros y algo similar ocurre con los complementos. Si hasta
ahora era un reloj Polar el que nos daba la hora tanto durante un partido de
tenis como en el bar de copas, ahora es el momento de contar con un reloj más
formal y empezar a coleccionar gemelos en vez de pulseras power balance. Es
precisamente a partir de esta edad cuando tenemos que construir la imagen
definitiva que con nuestra vestimenta transmitiremos al exterior.
Si eres de los
que piensan que no hay combinación más sencilla y elegante que un traje azul
marino con una camisa azul clara y una corbata también azul oscura, que sea
este look por el que se te diferencie. Si por el contrario eres amante de las
chaquetas de tweed y piensas que bien combinadas en tu lugar de trabajo tienen
mejor aceptación que un traje de dos piezas, empieza a hacerte con una buena
colección de ellas. Si algo tan sencillo como un pañuelo de bolsillo acompaña a
tus chaquetas desde tan pronta edad no tendrás que enfrentarte a la mirada de
sorpresa de tu entorno unos años más adelante. El contar con un buen armario es
un proceso donde el tiempo y el conocimiento son más importantes que el dinero.
Las mejores compras son aquellas que están meditadas y que no se dejan llevar
por un impulso o por el gusto particular de cada momento. Por el contrario,
cada año pensemos en esa prenda especial que queremos esté en el armario antes
de terminar el año, planifiquemos la compra y hagámonos con ella.
Un buen par de
zapatos que completen los de menos calidad que usamos en el día a día, un traje
a medida para esas ocasiones especiales o un abrigo que demuestre nuestro
abandono definitivo de la época en que las zapatillas Tiger eran nuestras
mejores compañeras. Eres joven; viste
conforme a tu edad
El corte de
los trajes debe acompañar a nuestra edad, con treinta años se deberá demandar
cortes más juveniles y desenfadados sin por ello dejar de vestir conforme
nuestro puesto requiera. Un traje más entallado, una chaqueta más corta, una
boca de pantalón de menor diámetro, unas solapas algo más estrechas o un
bolsillo cerillera son solo algunas de las características de los trajes de una
persona de treinta años. Y algo similar ocurre en la elección de los colores.
Si bien el uso del color es recomendable en cualquier edad es cierto que
durante los años de juventud el uso de los mismos es particularmente bienvenido
y más incluso si se trata de conjuntos de sport.
Los 30 son una
edad tanto para probar como para empezar a consolidar ese estilo que será
responsable de distinguirnos frente a nuestro entorno conforme pasen los años.
Crea tu propio
sello de estilo
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